BOTERO
En La Rioja es antiquísima la costumbre de conservar el vino en pellejos. En este sentido, "pellejo" es sinónimo de recipiente de piel de animal destinado a contener el vino.
Generalmente eran los labradores y pastores quienes usaban los pellejos en las calurosas faenas del campo.
Hoy en día, ese pellejo, "la bota" todavía se usa en las zonas rurales.
El oficio de botero es un trabajo artesano que requiere cuatro características principales:
-
Piel de cabra con la que se fabrica
-
su forma curvada
- el sabor que le imprime la pez con que se recubre su interior, y
- el cosido con lezna y aguja.
Posteriormente, la bota tiene que estar bien curada, con vino o vinagre. Es una obra artesanal única.
El primer paso para hacer una bota es esquilar, quitar el pelo a la piel de cabra, dejando algún trasquilón a conciencia, para que la pez no resbale; después se corta la bota con un patrón y se hilvana, para coser con dedal y aguja, un hilo de cáñamo de cinco cabos, una lezna, el cabo y la trenza, sin olvidarse de colocar la presilla que servir para sujetar el cordón.
Una vez cosida, se le da la vuelta a la bota y se introduce la cama impermeabilizada dentro para que no haya fugas de líquido. Se moja después para que al inflarle se estire la piel. Se coloca el gollete de madera a presión amarrándolo fuerte con una cuerda especial. Se coloca el cordel pasándolo por la presilla, se tapan las ataduras y se coloca el collar. Ahora se aplica la pez bien caliente para que corra dentro, añadiendo un poco de aceite de oliva para que resbale mejor.
CHOCOLATES
CHOCOLATES PEÑAQUEL es una pequeña empresa familiar situada en Quel, que se dedica a la elaboración artesana de chocolates y derivados del cacao y a la elaboración de frutos secos garrapiñados y caramelizados.
Para la elaboración de sus productos solo utilizamos materias primas de primera calidad.
Chocolates Artesanos PEÑAQUEL S.C · Av. Cidacos 2, 26570, Quel (La Rioja).
FARDELEJOS
El hojaldre se elabora vertiendo en una cazuela mitad de manteca de cerdo y mitad de agua y colocándola sobre el fuego. Cuando la mezcla se ha hecho liquida, se le va añadiendo harina, dándole vueltas hasta obtener una masa suave y consistente, a la que se le pondrá un poco de sal. Esta masa se trabaja sobre un rodillo hasta conseguir una capa delgada que se corta en rectángulos, depositando en cada uno de ellos la pasta. Esta pasta se hace con almendra rallada sin piel, mezclándola en partes iguales con azúcar y rebajándola con huevos hasta conseguir una masa espesa. Con una cucharada se deposita la pasta de almendra en los rectángulos de hojaldre que habrán de envolver el contenido, cerrando los bordes con la espuela. Los fardelejos quedan listos para freír, lo que se haría en una sartén con aceite abundante para que floten con holgura. Una vez fritos, se espolvorean con azúcar glas.
Fardelejos Alicia, de Quel ha dado la vuelta al mundo por su singularidad y sabor. Las hace con una pasta compuesta con almendra, que se coloca en un hojaldre y se fríe.
PUNTO DE CRUZ
Mari Cruz Usechi, de Quel es una artesana del punto de cruz y le encanta pasar horas y horas con la aguja y con los hilos, de ahí el resultado de sus creaciones.
Mª Cruz tiene su propio Blog en el que podréis disfrutar de todos sus trabajos.
ALMAZUELAS
Mari Cruz Soldevilla, de Quel es una artesana de almazuelas, que es una labor de recuperación basada en la hechura de mantas y manteles, cubrecamas y edredones, colchas y cojines, con pequeños trozos de telas, generalmente procedentes de retales deteriorados.
En unos casos la almazuela suele ser simétrica y en otras ocasiones culminan en curiosísimas superficies de caprichosos dibujos. La almazuela apenas se trabaja hoy en día, pero se valora enormemente el mérito de lo creativo, colorido y artesano del mismo. La materia prima -hilo- es de cualquier tipo y cualquier color: lisa o estampada. Las herramientas: aguja, tijera y dedal (también máquinas de coser). El resto es imaginación y manos artesanas y diestras para dar forma a la obra. Primero se corta la tela que ser la base que acoge los pedazos que van a ser unidos; luego se corta otro retal de color y se va uniendo cosiéndolo a máquina. Los trozos se unen unos a otros de acuerdo al dibujo que se ha elegido, primero horizontal y luego verticalmente. Después se coloca una tela de fondo, terminando con un ribete. Las almazuelas se hacen con cientos de pedazos, y llevan, además de las costuras, un paño grueso entre la superficie y el forro para darle ms consistencia al tejido.